Mi amiga Itziar Kerexeta, con la que comparto algunos retos profesionales, me lanzaba hace unos días el guante para que escribiera un post sobre el Personal Learning Environment (PLE). O, lo que es lo mismo, el Entorno Personal de Aprendizaje. Los retos me gustan, aprender también. Si le sumamos la satisfacción por responder a la petición de una amiga la cuestión estaba clara. Así que aquí va mi respuesta al desafío.
Tengo que comenzar reconociendo que este es un tema nuevo para mi. La expresión la había oído pero no le había dedicado mayor atención, así que este juego que me ha propuesto Itziar ha tenido la virtud de darme una buena excusa para entrar con un poco más de profundidad en el asunto del PLE.
Tengo unos cuantos años de “juventud acumulada” y lo primero que me ha venido a la cabeza al leer sobre el tema son las clases de técnicas de estudio que teníamos los que provenimos de la era analógica. Allí te enseñaban a como organizar los apuntes, te planteaban la conveniencia de hacer fichas de lectura, aprendías a buscar libros y artículos en la biblioteca,… Unos subrayaban los párrafos interesantes de los libros, otros los destacaban con un rotulador fosforito,… Eran nuestros Entornos de Aprendizaje Personalizados analógicos.
El mundo se ha transformado de una manera radical, para mi inimaginable, en cuanto al acceso a una información masiva y desbordante. Imposible de abarcar. Ahora la cuestión es cómo te lo montas para utilizar las redes sociales, los buscadores, las subscripciones a blogs,… En consecuencia, al hablar de entorno personal de aprendizaje nos estamos refiriendo al conjunto de herramientas, fuentes de información y conexiones que utilizas para favorecer el aprendizaje en este entorno en el que la tecnología y la información se han convertido en puertas clave para el conocimiento.
El planteamiento puede ayudar a sistematizar lo que ya haces de una forma menos estructurada. Incluso te lleva a hacerte algunas preguntas interesantes y a descubrir opciones que pueden mejorar las diferentes fases del proceso de generación de conocimiento. ¿Qué herramientas son las más eficientes para buscar información? ¿Y para filtrarla y guardarla? ¿y para gestionar las tareas y la información recopilada? ¿Y para compartirla con otros? ¿Y para trabajar colaborativamente?…
Probablemente sea mi desconocimiento del tema en profundidad, sin embargo, me preocupa que se limite el aprendizaje al manejo de información. Desde luego que la información bien procesada es la base del conocimiento. Sin embargo, hay aprendizajes que requieren pasar a la acción. Una acción que vaya más allá de dar a enviar o a compartir nuestras reflexiones o incluso a elaborar un trabajo de manera colaborativa. En este sentido, echo en falta que el entorno personal de aprendizaje no plantee también cómo montárselo para prototipar, probar, experimentar,… Hacer, al fin y al cabo. Y hacer más allá del entorno virtual. 
Seguro que podemos identificar toda la información más significativa sobre las técnicas de la natación. Podemos compartirla y construir nuevas reflexiones e ideas de manera colaborativa en torno a ellas. Sin embargo, el riesgo de morir ahogados es muy elevado si pensamos que con eso nadar no tiene secretos para nosotros. El aprendizaje en muchos ámbitos de la vida, especialmente aquellos con un mayor peso de la vertiente emocional y relacional, necesita de la práctica. Quizás esta podría ser una línea a desarrollar en el marco del entorno personal de aprendizaje ¿cómo te lo montas para practicar, para llevar a la acción los conocimientos que has adquirido?
La imagen está tomada de esta página: Programa de Biología V.