No conozco personalmente a Toni Puig pero de la lectura de sus libros me parece que es una persona apasionada. Funcionario del Ayuntamiento de Barcelona desde el inicio de los ayuntamientos democráticos e impulsor de la revista Ajoblanco, Toni desborda pasión por la lo público y pasión por Barcelona. Una pasión que traslada en su último libro a otras ciudades, Berlin, Bogotá, Curitiba, Mar del Plata,… Lo que conocía de su obra se centraba en el marketing público (un buen ejemplo se puede descargar de Internet y se titula “Marketing de servicios para administraciones públicas con los ciudadanos. En red, claves y entusiastas”).

Marca Ciudad: cómo rediseñarla para asegurar un futuro espléndido para todos”, recientemente publicado por Paidós Contextos, tiene como idea central plantear la necesidad de que las ciudades se rediseñen, se reinventen periódicamente para mantenerse como ciudades vivas, innovadoras, atractivas para vivir y para crear. Estas ciudades se caracterizan, desde la perspectiva de Toni Puig por:

1.- Quieren jugar en primera división. “Son ciudades con agallas. Con orgullo. Creen en sus posibilidades. Ciudades preactivas. Ciudades capaces. Inconformistas. De esperanza. Ciudades activas. Referenciales”.

2.- Tienen un rediseño contundente para la ciudad. Hay proyecto.

3.- Implican: suman

4.- Liderazgo municipal responsable, que sólo puede ser relacional y “lo lidera la organización elegida por los ciudadanos: el equipo de gobierno municipal con el alcalde a la cabeza”.

5.- Tienen estrategia. “No un plan estratégico a diez años o más, detalladísimo. Hiperconcreto. A menudo sin recursos. Donde está anotado todo por igual, sin priorizar (…) Se debe tener una estrategia: trazo. A saber: punto de partida y de llegada con las principales –pocas– estaciones en el trayecto”.

6.- Asumen un sueño con futuro.

7.- Gestión.

8.- Visibilizan mejor. “Comunican a los ciudadanos lo que la ciudad se propone. Desde el inicio (…) Y escuchan. Su comunicación siempre es de doble vía.

9.- Fidelizan. “Se suscita segura y prolongada mutua confianza” entre la ciudadanía y el gobierno municipal.

10.- No paran.

11.- Buscan información para el rediseño.

Tras completar estos puntos desde diversas perspectivas, el libro abre un amplio apartado dedicado a Barcelona, realizando un recorrido sintético pero jugoso por la historia de la Barcelona democrática, más concretamente, de su ayuntamiento y de los diferentes proyectos de transformación que ha vivido: la Olimpiada, el Forum de las Culturas. Narrado desde una perspectiva personal podemos conocer también la valoración del autor de los diferentes alcaldes y las situaciones que ha vivido en el proceso.

En la segunda parte se comentan someramente otras ciudades que han afrontado su rediseño y vuelven a ampliarse y reiterarse alguno de los aspectos ya trazados en la primera. Es aquí dónde veo la parte más floja del libro, lo cual no le resta interés ni amenidad en su conjunto. De esta segunda parte, subrayaría el capítulo titulado “La comunicación incesante del rediseño para la mutua confianza: citymarketing implicativo”, dónde se plantea, entre otras cosas, la necesidad de comunicar contando una historia convincente, una historia corta, no más de diez líneas.

Termino citando la melodía de fondo que Toni Puig nos advierte que recorre las páginas de este libro: “cómo movilizamos a los ciudadanos para que asuman el rediseño de su ciudad común desde el rediseño de sus vidas en convivencia fértil, responsable, siempre creativos y con talento”.