Jan Jacob Stam es holandés. Fue profesor, directivo de la Dutch Telekom y consultor. Hace más de diez años se encontró con la constelaciones organizacionales y desde entonces dedica toda su actividad profesional a esta aproximación sistémica a las organizaciones. Desarrolla su actividad profesional a través del Bert Hellinger Instituut Nederland que fundó junto con su mujer, Bibi Schreuder.
Traído por la Fundación EDE, hemos podido escucharle y verle en acción durante tres largas jornadas de ocho horas. En ese tiempo uno tiene tiempo de sentir el conocimiento que atesora, pero, muy especialmente, su humildad, su respeto hacia las personas con quienes trabaja. En su forma de trabajar me ha llamado la atención y me ha servido enormemente, su ritmo pausado, lento incluso, de llevar la entrevista, de facilitar la constelación. Un ritmo en el que se permitía estar el tiempo que necesitaba esperando a encontrar el camino a seguir. Un camino que no venía de un ejercicio exclusivamente intelectual, sino que surgía del espacio que creaba para conectarse con sus sensaciones más profundas.
Quizá un buen ejemplo de lo que quiero decir podría ser la entrevista que mantenía con un “cliente” en torno a los problemas de una empresa. Iba haciendo preguntas, escuchando las respuestas, pidiendo pausas. En un determinado momento, muy al comienzo aún de la entrevista, el cliente le explica que la empresa ha tenido treinta años de éxito continuado. Aunque el cliente quería seguir hablando, Jan Jacob, de una manera extraordinariamente delicada, le pide tiempo, “espera, espera”. Algo se mueve en su interior, algo ha sentido que le dice que ahí hay algo importante. Unos cuantos segundos después, le pregunta al cliente “¿Treinta años de éxito o de victoria?”. Y esa fue la clave del asunto. En el espacio posterior para comentar la práctica, una de las personas participantes le pregunta cómo había llegado a darse cuenta que la clave era esa, “no lo sé”, responde, “no sé de dónde me ha venido, nunca había hecho una pregunta así, pero esa fue la pregunta que me vino a la cabeza”.
Otro gran experto en constelaciones organizacionales, Cecilio Regojo, suele decir que el no creía en la intuición, hasta que se dio cuenta que la intuición son esas ideas que le venían a la cabeza (esas y no el otro millón que podrían venirle). Todos tenemos esa intuición, la diferencia es que hay quién no confía en ella. Jan Jacob, la tiene y le da un espacio claro en el propio proceso de facilitación.
Claro que en los talleres que impartió aportó otras perspectivas para entender eso que he llamado intuición. Así, planteó las diferencias que implica invitar a alguien (en el proceso de una constelación) a que se mueva de una u otra manera. En concreto presentó cuatro formas de hacerlo:
1. “Vete a dónde quieres ir”. Es una invitación más racional, que se conecta con la conciencia personal. Se mueve en el mismo plano que la definición de objetivos, la elaboración de la Misión, Visión y Valores de la organización que habitualmente hacemos,…
2. “Si desde este sistema fluyera un movimiento a través de ti ¿cuál sería? Síguelo”. Aquí provocamos una conexión menos cerebral, más vinculada con las dinámicas del propio sistema. Jan Jacob la sitúo en el marco de la consciencia colectiva.
3. “Espera hasta que sientas una fuerza mayor, puede ser que sea una fuera de dentro o de fuera del sistema. Déjate llevar por esa fuerza”. De esta forma se lleva a la persona a buscar una sensación más profunda que Jan Jacob definió como “mente espiritual”.
4. “Eres libre, realmente libre, de hacer todo lo necesario para encontrar un buen sitio para ti y para todos en este sistema”. Esta pregunta se mueve en un plano diferente de los anteriores, subrayando la presencia de necesidades diferentes en uno mismo y en el sistema y la posibilidad de encontrar un lugar que responda suficientemente a ambos.
Fue interesante sentir, en el ejercicio que realizamos en pequeños grupos, cómo se es capaz de sentir la inclinación a moverte en direcciones diferentes según la pregunta que escuchas. Comprendo que para quienes estáis menos conectados con estos planteamientos, lo que cuento pueda resultaros un tanto raro.
En una lectura algo más convencional, subrayaría la idea de que en cualquier sistema (ya sea familia, grupo, organización,…) existen dinámicas generadas por la interacción entre los diferentes elementos del sistema que no son observables “a simple vista”. Esas dinámicas generan unas tendencias, unas fuerzas, que se manifiestan de maneras menos evidentes. Su menor evidencia puede hacer que estemos tratando de solventar un conflicto, un problema, en lo que es un síntoma periférico y no la clave de la cuestión.
J.J. Stam subrayo que los cuatro movimientos están en la vida de cada uno, como fuerzas presentes que nos impulsan en diferentes direcciones. Las propias organizaciones, como sistema también pueden ser vistas desde esas cuatro perspectivas. La primera cuando está centrada, por ejemplo, en sacar un nuevo producto; la segunda cuando se plantea a quién o qué sirve en su comunidad; la tercera en los momentos en que se centra en pensar cuál es su destino y qué tiene que hacer para seguirlo; la cuarta se manifiesta cuando la organización busca un lugar adecuado para ella y para el conjunto del mercado.
En varias ocasiones tuvimos la oportunidad de realizar pequeñas prácticas de constelaciones en las que no existía facilitador. Fue muy interesante observar cómo, una vez situado el encuadre del proceso, la figura del facilitador no se echaba en falta en absoluto. Los propios componentes de la constelación sentían, compartían y servían al cliente para ver el asunto que había traído desde otro lugar. Al compartir esta observación, Jan Jacobs reflexionó en voz alta sobre lo que supondría desarrollar en las organizaciones, incluso en la sociedad, una situación equivalente: establecer un marco y que fueran los propios grupos de personas, sin la presencia de un facilitador, los que se ayudaran mutuamente a ver las situaciones desde una perspectiva diferente. J.J. Stam las denomina “Co-creación de constelaciones” o constelaciones “autogestionadas”.
Continuará….
Me encantó el artículo, me quedé con la frase 4 y el enorme tema de las constelaciones autogestionadas!
Mil gracias,
Leo
Enrique,magnífica recensión de lo que supongo fueron unas jornadas impresionantes. Gracias por compartir.
Gracias Inés y, aunque con bastante retraso, al anónimo que también mostró su valoración de la entrada. Como digo siempre, es un compartir muy "egoista", ¡¡¡ me encanta compartir !!! y si encima a alguien le resulta interesante ya es una maravilla. Un abrazo
Muy interesante el tema de la intuición en el marco de las constelaciones y particularmente la conexión con lo profundo para generar el movimiento. Muchas gracias!