En el episodio del podcast Inteligencia Conversacional comentamos el libro “Cosas que pasan cuando conversamos” de Estrella Monotolío, publicado por la editorial Ariel a comienzos de 2020. Si el tema te interesa suscribete al podcast. Lo puedes encontrar en las principales plataformas (Spotify, Google Podcast, Anchor,… )
Y si prefieres leer, aunque no es exactamente el mismo contenido, aquí tienes el guión que he utilizado:
“Cosas que pasan cuando conversamos” es el libro de Estrella Monotolío, publicado por la editorial Ariel a comienzos de 2020. Estrella Montolío es Catedrática de Lengua Española en la Universidad de Barcelona y responsable de la sección “Todo es lenguaje” del programa “No es un día cualquiera” de Radio Nacional de España.
A lo largo de 10 capítulo, la autora aborda diversos aspectos relativos al converar.
1.- Comienza subrayando cómo “vivimos para conversar y conversamos para vivir”. “Conversar pertenece a los “automatismos” de nuestras esencias humanas, respirar, ser bípedos y alimentarnos”. “Necesitamos reivindicar la importancia de la conversación en nuestro bienestar cotidiano”.
Citando a Luis Rojas Marcos: “Hablar es la actividad humana más efectiva para proteger la autoestima saludable, gestionar las dificultades con las que nos encontramos a lo largo de la vida, disfrutar la convivencia y las relaciones efectivas y fortalecer el sistema inmunológico”.
“Conversar es un acto de sinergia creativa entre los cerebros de los hablantes; es pues, la expresión más clara del impulso humano hacia la colaboración (…) es la expresión más clara del carácter colaborativo del ser humano”.
2.- A continuación, Estrella Montolío nos habla de la importancia de la interrupción en la conversación. Unas interrupciones que, en ocasiones, se realizan para ayudar o colaborar: “solapamiento colaborativo”. Mientras que en otros momentos son un “solapamiento competitivo”, interrupciones que no nos permiten expresar nuestra opinión, nos avasallan.
La interrupción como ejercicio de poder.
Claro sesgo en función del género.
Saber ceder la palabra.
Dar tiempo al ritmo de respuesta del otro.
Saber adecuarnos al baile de la conversación
3.- Un capítulo completo lo emplea para hablarnos de los delincuentes conversacionales:
- El quebrantador del principio comunicativo de cantidad, por exceso o por defecto.
- El violador del principio de sinceridad.
- El infractor del principio de relación o de relevancia. Personas que sin aviso alguno desvían el tema o lo cambian, divagan, extienden cortinas de humo o hacen digresiones que nadie sabe a dónde van.
- El violador del principio de manera, que no se expresa con orden o claridad.
4.- El libro aborda otros asuntos propios del conversar, como
- las conversaciones triviales,
- la mentira, con sus diferentes caras:
- Expresiones metafóricas (blanquear dinero), ironías (¡buen estudiante estás hecho!), la hipérbole o exageración (te quiero más que a mi vida), el humor (estás más liado que la sandalia de un romano.
- La mentira como lubricante social: expresiones de cortesía, disimulo, mentiras piadosas.
- Mentiras útiles solo para quien miente.
- la asertividad,
- cómo defendernos de las agresiones verbales, para lo que plantea el “yudo de las palabras”:
- responder de manera tranquila,
- el silencio como respuesta,
- replicar con inteligencia y humor,
- utilizar el surrealismo como respuesta, “desmantelando las expectativas del agresor respondiendo algo completamente sorprendente, inesperado, surrealista si conviene”.
Para finalizar, la autora cita a Epicteto, “no son los hechos los que conmueven a los hombres, sino las palabras sobre esos hechos”. Subrayando así la trascendencia de las palabras concretas que usamos para manifestar nuestras ideas: “Es necesario saber cuales son las palabras exactas que vas a usar tu idea, porque en esa elección reside la clave”
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