“La calidad de nuestras conversaciones impacta en la calidad y los resultados de nuestras empresas.”

Estamos programados para aprender a hablar. A pesar de la complejidad del proceso, lo hacemos en nuestra infancia de una forma “natural”. Sin embargo, conversar es mucho más que hablar.

Saber hablar, haber enriquecido nuestro vocabulario, construir frases gramaticalmente correctas,… no implica saber conversar.

La inteligencia conversacional requiere de una serie de competencias que se aprenden, pero no nos son innatas:

  • Generar un contexto de confianza suficiente para que la conversación fluya adecuadamente.
  • Preguntar más que hablar y hacer preguntas poderosas.
  • Escuchar de forma activa con la intención de entender.
  • Escuchar y dar sentido tanto el lenguaje verbal como el no verbal.
  • Expresar nuestras opiniones con las palabras adecuadas.
  • Manejar las emociones y saber introducirlas adecuadamente en la conversación.
  • Orientar la conversación hacia un acuerdo que se traduzca en acciones concretas.

La inteligencia conversacional es la habilidad para comunicarse con otras personas de manera constructiva, siendo capaz de mostrar nuestras opiniones y emociones con respeto, indagar en las inquietudes de la otra persona y escuchar con la intención de entender.

Una cultura organizacional con un alto componente de inteligencia conversacional se manifiesta en:

  • Las personas se dicen las cosas con claridad y respeto, aprendiendo unas de otras. No hay reparo en opinar sobre el trabajo de otros ya que se hace de una manera que ayuda a la otra persona a mejorar su desempeño y quien recibe esa opinión la ve como una oportunidad de mejora y desarrollo.
  • La diversidad es una fuente de riqueza ya que puede expresarse y es escuchada. Las personas no tienen miedo alguno a expresar sus opiniones, por muy disruptivas que puedan ser, y lo hacen de una manera constructiva.
  • Los conflictos son vistos como una oportunidad ya que abren conversaciones que enriquecen.
  • Hay altos niveles de confianza en los equipos.

Las empresas y las organizaciones son una red de conversaciones:

  • Con quienes tienen más responsabilidad para buscar recursos, rendir cuentas, establecer objetivos, compartir diagnóstico,… pero también para manifestar desacuerdos, expresar malestar….
  • Con otros “iguales” para coordinar acciones, compartir recursos, colaborar en el logro de objetivos comunes… Pero también para solventar problemas, plantear aspectos que te parecen mal enfocados o mal ejecutados….
  • Con personas que están bajo tu responsabilidad para hacer explícitas las expectativas, establecer objetivos, reconocer el trabajo bien hecho… Pero también para poner sobre la mesa incumplimientos, hacer ver comportamientos inadecuados, …

Muchas de estas conversaciones son “conversaciones difíciles”, conversaciones en las que sentimos incomodidad; conversaciones que cuesta enfrentar y en las que, en otras ocasiones, hemos tenido poca efectividad.

Este taller servirá para aprender a manejar conversaciones difíciles de una manera más efectiva:

  • Entender las claves de una conversación efectiva.
  • Comprender qué caracteriza una conversación difícil.
  • Identificar la influencia de los modelos mentales en el desarrollo de conversaciones efectivas.
  • Practicar las estrategias para el manejo efectivo de una conversación difícil.
  • Conocer aspectos específicos para afrontar diversos tipos de conversaciones que tienen lugar en la empresa.

Más información y matrícula en este link.

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